Yanvalou

Yanvalou es una instalación que forma parte de la obra Demonios.

 

En el año 2021 formó parte de la exposición Aerodream. Architecture, design et structures gonflables 1950-2021 del Centre Pompidou. Comisariada por Frédéric Migayrou y Valentina Moimas.

La cobla patafísica

Exposición retrospectiva (2015-2001) en Arts Santa Mònica, Barcelona. 03.03 – 12.04.2015

 

La exposición daba protagonismo a la colección de sonidos de cabosanroque, separando los artefactos, máquinas e instrumentos del contexto para el que habían sido concebidos. Sus máquinas, instalaciones y espectáculos producen nuevos sonidos que, como en las colecciones de siglos pasados, se mueven entre lo raro y lo bello, entre la curiosidad y la erudición, todo ello condensado en el espacio y el tiempo en sus particulares gabinetes de coleccionista. Una colección de sonidos significa entender la multiplicidad del mundo sonoro, encontrar un significado oculto y aprehender, en el terreno personal, la magnitud de lo maravilloso ante el descubrimiento de cada nuevo sonido.

Maquinofobiapianolera

Durante la Semana Santa de 2010, Carles Santos y cabosanroque coinciden en la procesión del Silencio en Murcia, y es aquí, en medio del silencio donde se empieza a maquinar Maquinofobiapianolera, un concierto escénico para piano y orquesta mecánica.

El entramado musical propio de un concierto para piano y orquesta se desarrolla aquí a través del juego y del flirteo y confrontación entre el hombre y la máquina, el pianista y la orquesta mecánica, la fuerza rítmica natural que brota de Carles Santos y la velocidad y precisión de una orquesta mecánica automatizada

Maquinofobiapianolera es la superposición de dos mundos compositivos que vienen de orígenes muy distintos y que han jugado a encontrarse y a entenderse: el mundo de la música contemporánea que bebe de toda la tradición clásica y el mundo de la música experimental que viene del rock and roll.

Soundraces

RRR

RRR es un diálogo sin mapa entre la danza de La Veronal —coreografiada por Marcos Morau y bailada por Jon Lopez—, la música y el espacio sonoro de cabosanroque —con las maquinaciones inesperadas de Laia Torrents y Roger Aixut— y las imágenes pictóricas de Frederic Amat —que tensa la pintura con la acción en escena.

 

Con un zumbido constante —la curiosidad, el enigma de tres letras que iluminan—, RRR abre un espacio inesperado en el que cada uno aporta un bagaje muy diverso para explorar y sobrepasar los límites entre la imagen, el sonido y el movimiento, para sorprender al espectador hasta el desmayo, ofreciendo a la vista y el oído del público un mosaico de escenas en las que la coreografía de la tinta mancha de negro las notas de la partitura caleidoscópica de cabosanroque, que es desgarrada por el aliento del movimiento de La Veronal.

Ursonate karaoke

La instalación Ursonate Karaoke se sirve de la liturgia del Karaoke para transcribir el poema original a partir de nuevos fonemas, sonidos eléctricos primitivos que surgen por interferencia entre los campos magnéticos que iluminan las sílabas y el sistema de amplificación de sonido. De la letras de neón salen nuevos sonidos que ya no se corresponden con sus fonemas, parásitos eléctricos, nuevas unidades mínimas.

 

Así como Ursonate nace a partir de la repetición compulsiva que Schwitters hizo del motivo tipográfico del poema visual de Raoul Hausmann fmsbw (1921), Ursonate Karaoke parte del trabajo de investigación de cabosanroque para obtener sonido a partir de diferentes tipos de luces y sus interferencias electromagnéticas.

 

La fonética y las dinámicas de la grabación de Kurt Schwitters son sustituidas por sonidos generados en directo a partir de interferencias electromagnéticas producidas por diferentes fuentes lumínicas, como sílabas de letras de neón, fluorescentes o lámparas de incandescencia y motores eléctricos. De esta forma, las luces cambian el espacio continuamente, siguiendo una lógica fonética. Bajo la liturgia formal del karaoke, cabosanroque coge los temas principales de la sonata y los asocia cada uno a un tema icónico de los visuales asociados a cualquier karaoke (romantic sunset, wild nature, etc.) y con el micrófono del karaoke invita al público a interpretar la obra. Una canción de Karaoke que muy poca gente conoce.

Sous les violons la plage

Destrucción colectiva de un cuarteto de Haydn

 

Habrá que arrasar el cuarteto de cuerda a pedradas.
Suena el cuarteto de cuerda número 66 en sol mayor, opus 77, de Haydn. Al menos, así era hace un rato.
Cada impacto sobre los violines, la viola o el violoncelo supone una modificación mínima, aleatoria, de la armonía, el ritmo o el timbre de esa voz, y con cada acierto nos alejamos un poco más de la obra original.
A cada atentado contra el instrumento le corresponde una agresión contra la forma musical: ver la destrucción de los instrumentos y escuchar la descomposición del cuarteto de Haydn esperando que, en algún momento, acabe surgiendo alguna playa.

 

Uno de los eslóganes más conocidos del Mayo del 1968 en París fue “sous les pavés, la plage !” (¡bajo los adoquines, la playa!). La frase hacía alusión a la arena que apareció bajo los adoquines del pavimento cuando los estudiantes montaron las barricadas en las calles. La playa, espacio de libertad, blando y sin forma concreta, contrapuesta a la traza rectilínea de las calles y el tráfico de dirección regulada. Aunque finalmente ni la playa ni lo imposible aparecieron, en esos días se tiraron adoquines contra todas las instituciones, normas y jerarquías, con la convicción de que la fuerza colectiva podría destruir el orden establecido.

 

La instalación quiere jugar con este sentido positivo de la destrucción y su capacidad de provocar esperanza, pese a la incertidumbre del resultado final. La destrucción como forma de progreso y creación colectiva.
El cuarteto de cuerda, paradigma de la forma musical del clasicismo (momento histórico canónico y regulador por excelencia), es un entramado rígido de normas formales y relaciones restrictivas entre las cuatro voces. La alteración de una sola nota supone llevar la forma hacia lugares prohibidos normativamente.

Serres

Instalación creada para Llum BCN 2022.

 

Serres es una gran lámpara de papel,una cordillera translúcida que se mueve lentamente entre la vegetación, como si se pudiera percibir el tiempo geológico, la respiración de las montañas y el crepitar de las superficies tectónicas. El sonido procesado del papel al arrugarse se combina con el latido i la estridencia de tres lunas que organizan la coreografía de las carenas.

 

Petrotuning

Petrotuning indaga sobre el Auto-Tune, un efecto digital que se utiliza para modificar la tonalidad de la voz y que se ha convertido en una de las principales señas sonoras del trap y otros subgéneros de la música urbana contemporánea. Este efecto, del cual se deriva una forma de petroformatividad vocal radicalmente nueva, mantiene una insospechada relación con el petróleo.

 

Andy Hildebrand inventó el Auto-Tune a finales de la década de los noventa, aplicando los conocimientos que había adquirido como especialista en técnicas de prospección geofísica para la industria petroquímica. Mediante el uso de explosivos y micrófonos subterráneos, Hildebrand podía determinar la ubicación de los yacimientos de petróleo y el lugar exacto donde había que perforar para proceder a la extracción. Partiendo de esta curiosa relación genealógica entre el Auto-Tune y el petróleo, la instalación Petrotuning examina la dimensión sonora y eroticosensual de la petromasculinidad.

 

Tanto el automóvil como la motocicleta han participado tradicionalmente en un imaginario eminentemente masculino en que el vehículo se convierte en un apéndice mecánico del cuerpo del conductor. Los depósitos de gasolina y los tubos de escape que forman parte de la obra Petrotuning recuerdan las formas voluptuosas de los órganos sexuales y, a su vez, sugieren el carácter sagrado de las reliquias y los iconos religiosos. Esta ambigüedad formal e iconográfica refuerza la inquietante dimensión sonora de esta instalación, inspirada tanto por los códigos de la música sacra como por la melancolía propia de ciertas músicas urbanas.

 

En Petrotuning los ritmos del trap y el reggaeton se enlazan provocativamente con la melodía de “O vos omnes”, escrita por el sacerdote y compositor del siglo XVI Tomás Luís de Victoria. Cabosanroque proponen así una particular revisión contemporánea del lamento, un tipo de composición musical habitual en el repertorio operístico y religioso que expresa el desconsuelo, la culpa o la tristeza. El resultado es un imposible oratorio petro-trap que apela a los dolores y las profundas contradicciones de nuestra sociedad petrodependiente.

Flores y viajes

Tercera parte de la trilogía Tres maneras de entrar.

 

“Son las mujeres quienes cuentan la guerra. Lloran. Cantan como si lloraran.”

Svetlana Aleksiévitx, La Guerra no tiene rostro de mujer, 2013.

 

 

Al adentrarnos dentro de la siniestra atmósfera de la última obra de cabosanroque, hacemos un viaje lleno de belleza entre las flores de un mundo estropeado por la guerra. Entramos en un bosque, quizás un jardín… o era un pueblo? Una obra que combina la literatura, la antropología, la escultura, la música y el artefacto, todo orquestado bajo la batuta del sonido.

 

Se habla de la guerra, y hablan las mujeres y las criaturas, y no solo ellas sino también la tierra, los pájaros y los árboles. Todo aquello que vive en la tierra con nosotros.

 

Escucharemos fragmentos del libro de cuentos Viajes y Flores, con la voz de mujeres que se han visto forzadas a huir de una guerra actual. Trasplantadas al ucraniano, las palabras de Mercè Rodoreda se convierten en sonidos incomprensibles para nosotros y a la vez nos desvelan una lógica rítmica interna, una musicalidad del texto que pervivirá más allá de cualquier traducción.

 

Cabosanroque descubre en La guerra no tiene rostro de mujer y Últimos testigos de Svetlana Aleksiévitx una alianza perfecta para este viaje, que nos ayuda a entender el tránsito de la realidad y el recuerdo hacia la ficción, y hasta qué punto necesitamos la fantasía para evitar que una realidad, que no se puede ni digerir ni explicar, llegue a fulminarnos.